Cumplimiento frictionless: ¿por qué es importante?
Fuerza y fricción son, a menudo, dos conceptos que relacionamos con la física, con la ciencia. Sin embargo, la verdad es que pocos saben que no están alejados de otras áreas, por ejemplo, la industria financiera.
La fuerza es cualquier cosa que impulse una venta, una buena relación con los clientes o una referencia a futuro. La fricción, por el otro lado, es aquello que obstaculiza lo que la fuerza busca alcanzar: una mala referencia, un cliente infeliz o un proceso tormentoso –que en la industria del cumplimiento son los largos tiempos, los altos costos y los reprocesos–.
Agregar fuerza en un proceso de venta o de onboarding de un cliente es por lo general sencillo para una empresa, pues al final es lo que se busca conseguir. El problema radica en agregar fuerza sin generar fricción: un proceso frictionless.