Mejorar el cumplimiento cripto con la cooperación internacional
Las criptomonedas se han convertido en una parte importante del ecosistema financiero mundial, ofreciendo beneficios únicos como la descentralización, la seguridad y las transacciones sin fronteras. Sin embargo, su auge también presenta desafíos, en particular en el cumplimiento tributario.
Garantizar que las criptotransacciones se declaren y graven con exactitud es crucial para mantener unos sistemas fiscales justos y eficaces en todo el mundo. La naturaleza internacional del mercado de las criptomonedas amplifica esta necesidad, exigiendo la cooperación entre países para hacer cumplir eficazmente la normativa fiscal.
La creciente necesidad de cooperación internacional
El mercado de criptoactivos es intrínsecamente global, con transacciones que se producen sin problemas a través de las fronteras. Esta naturaleza internacional complica los esfuerzos de los distintos países para regular y hacer cumplir la normativa fiscal. Los países se enfrentan a retos como la diversidad de normativas, el anonimato de las transacciones y el enorme volumen de actividad transfronteriza.
Los casos de evasión fiscal transfronteriza relacionados con criptoactivos ponen de manifiesto las dificultades para rastrear y gravar estas transacciones. Por ejemplo, los inversores pueden trasladar sus participaciones a jurisdicciones con leyes fiscales laxas, lo que dificulta a sus países de origen el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
Marco de Informes de Criptoactivos (CARF) de la OCDE
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha introducido el Marco de Informes de Criptoactivos (CARF, por sus siglas en inglés) para hacer frente a los retos específicos que plantea el rápido crecimiento del mercado de criptoactivos. El CARF está diseñado para proporcionar un enfoque exhaustivo y estandarizado para la recopilación y el intercambio de información relacionada con las criptotransacciones. Esta iniciativa es fundamental, ya que pretende colmar importantes lagunas en los sistemas mundiales de información fiscal, garantizando que los criptoactivos estén sujetos al mismo nivel de escrutinio y transparencia que los activos financieros tradicionales.
Componentes clave del Marco de Información sobre Criptoactivos (CARF)
Normas y comentarios
Un componente vital del CARF son sus detalladas normas y comentarios. Estas normas están destinadas a ser transpuestas a las legislaciones nacionales de las jurisdicciones participantes, garantizando la coherencia en la forma en que los proveedores de servicios de criptoactivos comunican los datos de las transacciones. El marco especifica los tipos de transacciones que deben notificarse, incluidos los intercambios entre criptoactivos y monedas fiduciarias y las transferencias de criptoactivos.
Acuerdo Multilateral de Autoridad Competente (AMAC)
Otro aspecto vital del CARF es el Acuerdo Multilateral entre Autoridades Competentes (AMAC), que facilita el intercambio automático de información entre las autoridades fiscales de distintos países. Este acuerdo garantiza que las autoridades fiscales puedan acceder a los datos sobre las criptotransacciones transfronterizas en las que participen sus residentes. El MCAA mejora la transparencia fiscal global al permitir a los países compartir información sin fisuras, reduciendo las oportunidades de evasión fiscal.
Formato electrónico (esquema XML)
El formato electrónico (esquema XML) prescrito por el MCAA agiliza aún más este proceso al proporcionar un formato estandarizado para informar e intercambiar datos. Esta normalización tecnológica reduce el riesgo de errores y hace que los datos sean más manejables para las autoridades fiscales.
El CARF es un paso significativo hacia la mejora de la transparencia fiscal global y el cumplimiento en el mercado de criptomonedas.
Al alinear la información sobre criptoactivos con las normas existentes para los activos financieros tradicionales, la OCDE pretende garantizar que las criptotransacciones estén sujetas al mismo nivel de supervisión. Este marco ayuda a las autoridades fiscales a supervisar el cumplimiento de manera más eficaz y proporciona un conjunto claro y coherente de normas para los proveedores de servicios de criptoactivos, promoviendo la equidad y la estabilidad en el sistema financiero mundial.
El compromiso con el Marco de Informes de Criptoactivos (CARF) de la OCDE es cada vez mayor, con 48 países y jurisdicciones que han anunciado su intención de aplicar este marco mundial de transparencia fiscal para 2027.
Nuevas normas de declaración de impuestos sobre criptomonedas del Tesoro de EE.UU.
El Tesoro de EE.UU. también ha dado pasos significativos para mejorar el cumplimiento fiscal en el mercado de las criptomonedas. Como parte de la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleo (IIJA), el Tesoro finalizó nuevas regulaciones que requieren que los corredores de cripto reporten información detallada sobre las transacciones de los usuarios al Servicio de Impuestos Internos (IRS). Al alinear los requisitos de información para los criptoactivos con los de los instrumentos financieros tradicionales, el Tesoro pretende simplificar el cumplimiento tributario y reducir la evasión.
Las nuevas normas de declaración de impuestos sobre las criptomonedas
Las nuevas normas exigen que los criptointermediarios, incluidos los intercambios y los procesadores de pagos, comuniquen información detallada sobre las transacciones de los usuarios al Servicio de Impuestos Internos (IRS). A partir de 2026, los intermediarios tendrán que declarar los ingresos brutos procedentes de la venta de activos digitales para las transacciones que se produzcan en 2025.
A partir de 2027, también deberán declarar la base imponible de determinados activos digitales vendidos en 2026. Esta aplicación escalonada da tiempo a los intermediarios para ajustar sus sistemas y procesos para cumplir con los nuevos requisitos. La introducción del formulario 1099-DA es un cambio significativo, ya que simplifica el proceso de información fiscal tanto para los intermediarios como para los contribuyentes al proporcionar un formulario estandarizado que detalla toda la información necesaria sobre la transacción.
La normativa definitiva se ha elaborado a partir de una amplia consulta pública. El Tesoro y el IRS recibieron más de 44.000 comentarios sobre las normas propuestas, que reflejaban la preocupación del sector de las criptomonedas por la posible carga del cumplimiento y las implicaciones para la privacidad. En respuesta, las normas finales se modificaron para limitar algunas de estas cargas e introducir los requisitos por etapas. El Tesoro tiene previsto publicar normas adicionales para los intermediarios no custodios, incluidos los intercambios descentralizados, a finales de este año.
Se espera que estas nuevas normas de información tengan un impacto significativo en el mercado estadounidense de criptomonedas. Su objetivo es cerrar las lagunas que han permitido la evasión fiscal y garantizar que el cripto mercado opere dentro de un marco transparente y responsable.
Beneficios de la cooperación internacional en el cumplimiento de criptoimpuestos
La cooperación internacional en el cumplimiento de criptoimpuestos ofrece varios beneficios:
Armonización de las regulaciones
Como los criptoactivos son intrínsecamente globales, con transacciones que a menudo cruzan múltiples fronteras, las regulaciones consistentes ayudan a crear igualdad de condiciones. Cuando los países alinean sus requisitos de información, se reduce la complejidad para los proveedores de servicios de criptoactivos que operan en múltiples mercados. Esta armonización garantiza que estos proveedores puedan aplicar procedimientos de cumplimiento uniformes, reduciendo los costes operativos y simplificando el cumplimiento de los requisitos reglamentarios.
Mayor intercambio de información
Al participar en marcos como el CARF de la OCDE y las normas de información del Tesoro de EE.UU., los países pueden intercambiar automáticamente información sobre las criptotransacciones. Este intercambio ayuda a las autoridades fiscales a tener una visión global de las actividades transfronterizas, facilitando la detección y el tratamiento de la evasión fiscal. Los acuerdos de intercambio de información, como el Acuerdo Multilateral entre Autoridades Competentes (MCAA, por sus siglas en inglés), garantizan que todas las jurisdicciones participantes puedan acceder a los datos pertinentes, fomentando un enfoque colaborativo de la aplicación de la legislación fiscal.
Desarrollo de capacidades e intercambio de recursos
Los países con marcos normativos y capacidades tecnológicas más avanzadas pueden ayudar a los que tienen menos experiencia. Este apoyo puede incluir la formación de las autoridades fiscales, el intercambio de buenas prácticas y el suministro de recursos técnicos para ayudar a implantar nuevos sistemas de información. Dicha cooperación mejora las capacidades de las autoridades fiscales individuales y fortalece el esfuerzo global para garantizar el cumplimiento fiscal en el mercado de las criptomonedas.
Acciones conjuntas de aplicación de la ley
Los esfuerzos coordinados entre países pueden conducir a una aplicación más eficaz de las leyes fiscales, especialmente en casos de evasión fiscal transfronteriza. Los países pueden poner en común sus recursos y conocimientos para investigar y perseguir a los infractores que se aprovechan de las lagunas normativas trabajando juntos. Este enfoque colectivo garantiza que no haya paraísos seguros para los evasores fiscales y refuerza el compromiso mundial de mantener un sistema financiero justo y transparente.
Retos y soluciones
A pesar de sus evidentes ventajas, la aplicación de normas internacionales como el CARF presenta varios retos:
Diferencias jurídicas y normativas
Cada país tiene su propio conjunto de leyes y normativas en materia de cumplimiento fiscal, y alinearlas puede ser un proceso complejo. Las diferencias en las definiciones, los umbrales de notificación y los requisitos de cumplimiento pueden crear incoherencias que complican la aplicación de un marco normalizado. Superar estas diferencias requiere extensas negociaciones y acuerdos para establecer una base común.
Retos técnicos y operativos
La creación de la infraestructura necesaria para recopilar, gestionar e intercambiar información sobre criptotransacciones implica una inversión y unos conocimientos técnicos considerables. Los países deben desarrollar o actualizar sus sistemas tecnológicos para gestionar el creciente volumen de datos y garantizar la seguridad. También es esencial formar al personal para gestionar estos sistemas e interpretar los datos con precisión. Estos retos operativos requieren recursos financieros y un compromiso de mejora y adaptación continuas a medida que evoluciona el mercado de las criptomonedas.
Las soluciones incluyen la estandarización de los formatos de información y el establecimiento de acuerdos mutuos sobre los procedimientos de aplicación. Las plataformas y foros de colaboración también pueden facilitar el diálogo y resolver discrepancias.
El futuro del cumplimiento de la criptoimposición mundial
De cara al futuro, la normativa internacional sobre criptoactivos seguirá evolucionando. La OCDE guiará estos esfuerzos, garantizando que el CARF siga siendo relevante y práctico. Las áreas potenciales para una mayor colaboración global incluyen la regulación de las finanzas descentralizadas (DeFi) y el establecimiento de normas para los intermediarios no custodios.
Las soluciones informáticas, como las que ofrece Trans World Compliance, pueden ayudar en este proceso. Los módulos diseñados para el cumplimiento de CARF pueden ayudar a las jurisdicciones y a los proveedores de servicios a implementar los mecanismos necesarios de información e intercambio de datos de manera eficiente.
La cooperación internacional es esencial para mejorar el cumplimiento de los criptoimpuestos. Mediante la armonización de las regulaciones, el intercambio de información y la coordinación de las acciones de aplicación, los países pueden garantizar que el cripto mercado funcione de manera justa y transparente. Para lograr una aplicación efectiva de los impuestos en el cripto, las naciones deben colaborar y aprovechar marcos como el CARF y las regulaciones del Tesoro de EE.UU..