CRS 3.0 representa la revisión más significativa del Common Reporting Standard desde su lanzamiento, y el reloj ya está corriendo. Para 2026, más de 100 jurisdicciones exigirán que las instituciones financieras cumplan con definiciones ampliadas, validaciones más estrictas y categorías de reporte completamente nuevas. Esto significa más datos, mayor supervisión y mucho menos margen de error.
Las instituciones que comiencen a prepararse ahora obtendrán una ventaja importante. Desde las clasificaciones de dinero electrónico hasta los NIF verificados de manera cruzada y la lógica de incorporación actualizada, las exigencias de CRS 3.0 requieren sistemas escalables y una planificación proactiva. Con herramientas automatizadas diseñadas para esta transición, mantenerse en cumplimiento no tiene por qué ser complicado: solo tiene que empezar a tiempo.